La calefacción por infrarrojos se ha convertido en un elemento indispensable de la calefacción moderna. Cada vez más propietarios optan por una calefacción por infrarrojos agradable y confortable para sus hogares.
También vemos cada vez más que los paneles infrarrojos sustituyen a los convectores tradicionales en proyectos de renovación. Cada vez más personas prefieren la comodidad del calor radiante a la calefacción de aire tradicional.
El principio de funcionamiento de un panel infrarrojo es similar al del sol. En lugar de calentar el aire, calentamos los objetos directamente. Esto significa que la masa térmica se almacena en la materia sólida en lugar del aire.
Esto produce un calor mucho más estable que no fluctúa rápidamente al abrir una puerta o ventana. Un calefactor infrarrojo, al igual que el sol, calienta todos los objetos de la habitación. Estos objetos, a su vez, calientan el aire circundante.
Un calefactor convencional primero calienta el aire y luego intenta utilizar este aire caliente para calentar eficazmente la habitación. La principal desventaja de este tipo de calefacción es que el aire caliente siempre intenta ascender.
El punto más cálido de la casa siempre será el techo, mientras que nosotros, como residentes, estamos en el suelo. Se pueden lograr ahorros significativos si logramos mantener el calor bajo tierra.
La forma más común de calor radiante proviene de la calefacción por suelo radiante. En este caso, utilizaremos un principio similar: el calor se irradia hacia arriba desde el suelo. Debido a la baja temperatura del suelo, esta radiación es perceptible hasta una altura de 180 cm. Este calor radiante suele percibirse como agradable.
La calefacción por infrarrojos funciona con el mismo principio que la calefacción por suelo radiante, pero en lugar de calentar solo el suelo, también calienta las paredes y todos los muebles. Otra gran ventaja de la calefacción por infrarrojos frente a la calefacción por suelo radiante es su velocidad.
La calefacción por suelo radiante requiere una gran cantidad de calor, lo que hace casi imposibles las fluctuaciones de temperatura. Subirla unos grados por la noche es imposible. Pasar de 20 °C a 22 °C puede tardar fácilmente 24 horas.
Con la calefacción por infrarrojos, esto se puede lograr en 30 minutos. En comparación con las técnicas anteriores, el coste de la calefacción por infrarrojos de alta calidad es considerablemente menor.
Para que disfrutes de mayor comodidad con una factura más baja. Más información de un profesional especializado.